¡Hola! Te damos la bienvenida a este contenido enriquecedor donde abordaremos dos conceptos fundamentales para el crecimiento de tu negocio o el impulso de tus acciones de marketing: las capas y las métricas. Comenzaremos por entender qué es una capa y cómo se utiliza. En términos sencillos, una capa es un indicador clave de rendimiento (KPI) o un dato relevante que nos asiste en la toma de decisiones y en la comprensión de la evolución de nuestro negocio.
Comprendiendo las Métricas
Para adentrarnos en el mundo de las capas, es imprescindible tener un entendimiento claro de lo que es una métrica. Una métrica es un dato que nos permite visualizar la evolución de diferentes áreas de nuestro negocio o de nuestras acciones de marketing. Son datos que empleamos para evaluar cómo está progresando nuestro negocio.
Por otro lado, un KPI es una métrica clave que orienta las acciones que emprenderemos en el futuro. Estas son las métricas más vitales que utilizamos para tomar decisiones en nuestro día a día.
Imagina que una empresa tiene muchas métricas que miden distintos aspectos de su negocio. Sin embargo, hay algunas métricas clave, aproximadamente cuatro o cinco, que son esenciales para su negocio y que se monitorean regularmente para impulsar el crecimiento y optimizar las acciones de marketing.
Definiendo una Capa
El primer paso para definir una capa es tener claridad en nuestros objetivos en nuestra acción de marketing o en nuestra campaña. Si tenemos claridad en lo que queremos lograr, será relativamente sencillo hallar dos o tres datos o variables clave que nos permitirán evaluar si estamos alcanzando ese objetivo.
Es crucial entender los diferentes tipos de capas a los que nos podemos enfrentar. Usando una analogía con un coche, podemos tener dos tipos de indicadores: el salpicadero y el retrovisor. El salpicadero nos muestra las alarmas y los problemas que ya han ocurrido, mientras que el retrovisor nos permite ver lo que ha sucedido en el pasado.
Además, también tenemos el parabrisas, que nos permite ver lo que está por venir. Debemos tener una capa que nos permita analizar lo que ha sucedido en el pasado, como por ejemplo una capa que mida si hemos alcanzado el objetivo de conseguir 5000 clientes.
Pero también debemos tener una capa que nos permita predecir lo que va a suceder en el futuro. Por ejemplo, podemos tener en cuenta el volumen de tráfico orgánico o el posicionamiento de palabras clave importantes para anticipar visitas y resultados futuros.
Siempre buscamos un equilibrio en nuestras capas entre lo que ha sucedido y lo que va a suceder. Si tenemos un balance entre esos dos aspectos, nos resultará más fácil saber si estamos alcanzando nuestros objetivos y qué acciones debemos tomar para lograrlos.
Ejemplos de Capas
Para tener una idea de capas importantes en el ámbito del marketing digital, podemos hablar de capas relacionadas con las visitas a nuestra página web o a nuestros diferentes canales. Tener una idea del tráfico que estamos generando nos permite prever el nivel de retorno que podemos obtener.
Dentro de esta categoría, podríamos tener una subcategoría que incluya fuentes de tráfico como las redes sociales, el tráfico orgánico o el tráfico de YouTube. Esto nos proporcionará una división más detallada de esta capa.
Otra capa importante estaría relacionada con la conversión. Es decir, debemos evaluar qué sucede con esas visitas que estamos generando. Podemos medir el número de leads, el número de clientes o la repetición de compras. Estas métricas están directamente relacionadas con nuestros objetivos de negocio.
También debemos considerar métricas relacionadas con el coste, es decir, cuánto nos cuesta generar esas visitas o leads. Es importante seguir este dato de forma regular para ver si nuestras acciones están reduciendo los costes y, al mismo tiempo, incrementando la calidad de los resultados.
Si el vídeo es importante para nuestra estrategia, podemos tener una capa que mida el número de vídeos que producimos y el nivel de engagement que generan. Existen muchas otras capas relacionadas con diferentes aspectos del negocio, pero siempre es importante empezar por definir nuestros objetivos como empresa y luego identificar las variables clave que tendrán un impacto en su consecución.
Esperamos que este contenido haya sido de utilidad para ti. Recuerda, la clave para un negocio exitoso está en la correcta interpretación de sus capas y métricas. . ¡Gracias por tu atención!