Melgar y San Andrés: dos destinos para apreciar

Decir piletas es sinónimo de Melgar, ya que la metrópolis presenta más de 7 mil piscinas siendo diferentes entre sí y ubicadas en los numerosos parques acuáticos con opciones para todas las franjas etarias.

A la hora de instalarse y hacer base para el resto del recorrido,habrá mucha diversidad de precios y servicios de  hoteles en Melgar , desde cinco estrellas hasta posadas familiares que se adaptan todo tipo de billeteras.

La gastronomía será otro aspecto a tener en cuenta con platos de pescado y frutas frescas,  carne de cerdo y fritangas para quienes puedan darse un permitido semanal. Aunque el clásico de la ciudad es la lechona.

En San Andrés la vedette indiscutible es la playa, y el mejor lugar para apreciarla en plenitud es el Islote Sucre, o mejor conocida  como Johnny Cay, el mayor de los cayos que rodean el archipiélago. Ubicado a solo un kilómetro de la costa, este cayo cuenta con un puñado de balnearios, incontables palmeras, playas pequeñas que alternan fuertes rompientes con piscinas naturales y barras de tragos por doquier en las que los bartenders locales preparan cócteles frutales y coloridos que invitan a refrescarse bajo el sol caribeño.

Para los que deseen un alojamiento de primer nivel, con playa propia y servicios de máxima categoría la respuesta será el hotel  Decameron San Andres.

El Hoyo Soplador será la atracción natural más resonante de San Andrés. Se trata de un túnel de más de 30 metros cavado por las olas a lo largo de los siglos que culmina en una chimenea por donde el mar arroja chorros de agua interminables anticipándose con un silbido al cual se debe su nombre.